28 de septiembre de 2010

Crítica del arte.

- Un día voy a agarrar todos los saludos no correspondidos y voy a hacer un monumento a la tristeza.

- Veo que lo suyo es el orgullo.

- Existo.

- ¿Y antes de eso?

- No me pregunte nada.

- Un mal día.

- Preferiría no juzgue mi inclinación artística.

- Su aspiración es monumental. Juzgarla es necesario.

- Mi tristeza se resiste a ser adjetivada; es pura resistencia; aunque el adjetivo también lo es.

- Su sensibilidad es común.

- Mi arte no es comunitario.

- Su obra lo será.

- ¿Hasta cuándo seguiré con esta pasión tan triste?

- No me pregunte nada, a mí tampoco me….

- A usted también…

- A nosotros…

- “A nosotros”, así debería ser la dedicatoria….

- Así son las obras…

- Dedicadas…

- Con dedicación…

- A todos…

- A nosotros…

- Un día voy a saludar a un desconocido y voy a demoler su obra.

- Las obras son potencias. Nada de lo que usted haga tendrá que ver con mi hacer.

- Pero si yo soplo para el norte y usted para el sur, en algún momento…

- La tristeza no tiene rumbo. Mi obra no tiene fin.

- ¿Y por qué lo hace?

- Todavía no hice nada.

- Jajajaj, respondió una pregunta.

- Qué poco serio.

1 comentario:

v dijo...

precioso.