15 de abril de 2011

Mise en abyme.

El punto es la profundidad del tiempo. Una tensión en la inercia de toda existencia. Lo que existe es un continuum. Y el puntuar, una forma de relatar: que lo es de indagar y crear; la búsqueda de otro plano.

Marguerite Duras, como recuerda Rafael, decía escribir con los agujeros de su memoria. Bueno, los agujeros son también una profundidad del tiempo, un escape al plano visual: no hay visión que no sea plana porque no hay relato que escape al plano univoco de su sola existencia. Solo comprendemos las cosas por una (1) forma de su existir (aun con sus matices). Se trata del continuum con el que también están entrelazados nuestros sentidos.

Lo inseparable es otro límite de nuestra realidad.

El punto es éxtasis.

El ritmo hipnotiza por su puntuar: es una promesa que siempre se renueva.

Parpadeo. Y la realidad arde menos.
Me asombro: y abro los ojos para engullirlo todo. Mis ojos son un punto para la realidad: que pasa. Me trasvasa (y en el nervio óptico la imagen aparece espejada). Y deja, nos deja (porque no hay forma de ver sin ser visto), el misterio de la mirada.

LaObraDeMiguelÁngel

finalmente se redujo a un punto en el rostro de una mujer que dejó de ser continua para irse a otro plano: que anhelamos ver.

Anhelo. Encantador punto la h. Hache: que se dice así misma, se incluye: circurreferencial. Circunsferencial: Circus: agujero donde nos entretenemos (de las formas más variadas) de su propia profundidad. ¡Y donde el corazón se exalta!

El corazón que late a puntos, y que cuando se infarta, un punto específico de su fibra no se regenera jamás. Otra profundidad donde yace, silenciosa, la razón de la muerte. Y reímos, para también llorar, en un continuum precioso y embriagador.

Y volviendo (o continuando con esta existencia inercial) al comentario que Rafael hizo sobre Marguerite Duras, que continúa -en su profundidad-, ya que también dijo que Keith Jarret, en su improvisación, tocaba con esos mismos agujeros de memoria, o como digo yo, que toca como Miguel Ángel creó: poniéndonos al borde de ese otro plano (que morimos y moriremos por conocer).

Addenda: esto fue escrito de corrido y escuchando en loop constante la parte X del Royal Festival Hall, incluido en Testament, la última obra editada de Keith Jarret.

Y en él, lo dic h o:



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