17 de octubre de 2006

De vez en cuando la vida se porta.

Fue por influencia del atardecer. El corazón se me convirtió en gelatina de frambuesa.
Cielo de caramelo. Otro paladear del tiempo.

Fue por impulso de las piernas. El cuerpo se me hizo aeroplano y se hundió en el aire.
Correr hasta flotar. Fluir sin parar.

Fue porque le dije buenas tardes. El cachorro peludo se hizo amigo y me acompañó en el recorrido. Simpatía. Ojos de risita.

Fue por la frescura de la lluvia y el calor de mi cuerpo. La piel se hizo borde, separación sutil del afuera con el adentro. Tibieza. Casi me disuelvo.

Fue por el agotamiento de haber andado tanto. Me desparramé en la cama y la existencia se hizo ensueño. Ventana abierta, frazadita de estrellas.

1 comentario:

Victoria dijo...

en esos momentos
¨el cìrculo¨ (escuchad canciòn circular de Johansen)
da la vuelta, como èl mismo lo canta.


i sumarìa un
´casi todo es casi nada´* i vaivèn.
*del Sabina
sobre vaines
tanto se puede i tantas se pueden, decir i cantar...


respirar
in and out.




beso aireado

(y)