16 de agosto de 2007

Equistropía.

No se asuste, déjeme decirle que la filantropía y la misantropía son la misma cara de distintas monedas. Aunque si esto fuera plenamente cierto, si yo supiera exactamente lo que quiero decirle, no haría falta decírselo. Relájese, lo último que pretendo es hacerle daño. Lo último. Es decir, no nos conviene llegar al final. Me gusta cómo vive. Su casa. Su coche. Su barrio. Tiene comida y manos limpias. No, qué hace, guarde su billetera. Permítame la satisfacción de la filantropía pero sin la culpa de la misantropía, o si lo prefiere, la satisfacción de la misantropía sin la culpa de la filantropía. Permitámonos un momento de vivacidad neutral. Experimentemos la especie. Hagámonos invisibles ante la mirada de la especialidad. Ante la mirada. Que el diálogo se haga monólogo, el monólogo murmullo mental, el murmullo mental fricción de átomos. Así podremos conjurar la trascendencia haciéndola realidad. Porque si lo impensable es lo único que se puede pensar, lo imposible es la único que se puede vivir. ¿Es la misantropía y la filantropía la distancia más corta para separar infinitamente a nuestra humanidad? ¿Es la humanidad la distancia más amplia para juntar el dialogar y el friccionar? Cierto es que mientras más la quiera a ella, menos hará falta decírselo. Ya lo dijeron, de alguna manera, los Backstreet Boys: “I don't care who you are / Where you're from / What you did as long as you love me”. Espero esté de acuerdo. No hay mejor complemento para esta filosofía que un culo tan lindo como el de su hija. Esto se lo digo para aflojarlo un poco, es que todavía lo veo asustado.

17 comentarios:

Alex dijo...

me mató el final!
ahora, decime, qué le contesto a mi hija de 4 años y medio cuando me pregunte otra vez si podemos traer a dormir a casa a un sin techo?

Alejandra Dening dijo...

jajaja!!!!
genial, ni más ni menos...
o más o menos?
Bueh, no importa.
La cosa que al final te quedaste en equis
y que los polos opuestos se maten entre ellos
mientras vos seguís mirándole el culo a la hija.

Perroxido dijo...

Genial! Me imaginé todo el diálogo a mil por hora, tipo monólogo de Tato. y encima poniendo a los Backstreetgays con una frase ¿filosófica?. El grotesco absoluto.
Muy buen blog, de verdad.
Saludos.

Alex dijo...

la maravilla de las interpretaciones, definitivamente un texto publicado ya no le pertenece al autor, está atravesado por la mirada del Otro.

Alicia dijo...

Lo único que no puede pensarse es lo contradictorio. Pero si podemos pensar muy bien los absurdos, por suerte.
¿Sabe? Me divierte mucho leerlo.
Saludos.

caminandoporconce dijo...

tengo un serio problema vario increiblemente entre la filantropia y la misantropia...

viajaba por el mundo virtual pensando exactamente sobre ambos conceptos y me encontre con tu entrada...

que estes super
lindo blog tienes
besososs =*

byee

Juan Ignacio dijo...

Pero Alicia, Alicia... la contradicción se puede pensar...

y que es lo absurdo más que una contradicción?

Eh?


Saludos, Sr. Diego.

Alicia dijo...

Con el ejemplo ´clásico, yo no puedo pensar un cuadrado rendondo.
No me puedo imaginar un cuadrado redondo, es imposible, pero sí puedo imaginarme muchas situaciones más que absurdas, Iotita.

Cristóbal H dijo...

Notable la entrada. Buena mezcolanza y el final, estupendo.

Me gustó el estilo bloguístico y lo que se lee en tu perfil concuerda netamente con lo escrito en el espacio.

Saludos y felicitaciones.

Juan Ignacio dijo...

Pero ali ali ali , no es lo mismo pensar que imaginar estimat!

Recordá el kilógono cartesiano ;)

Y las lógicas paraconsistentes permiten pensar la contradicción...

Beso querida.

Alicia dijo...

No creo que haya pensamiento sin imágenes, Iota.

Alicia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Ignacio dijo...

Entonces qué pensas cuando pensas en "pensamiento", "adición", "justicia", "orgasmo" o "concepto".

Diego dijo...

Iota, Alicia: si me permiten voy a interrumpirlos un momento para hacerles una recomendación: lógica del sentido, de Gilles Deleuze. Un apasionante libro que me ocupa por estos días, y que viendo lo complejo que me resulta, tardaré mucho en terminar. Un dato particular para Alicia: algunas de las 36 paradojas con la que el filósofo articula el libro versan sobre Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carrol. Deleuze se ocupa mucho de él y lo analiza de manera muy interesante.

Sigan no más. Chau.

Alicia dijo...

Siempre remiten a algo.

Lo voy a teenr en cuenta, Diego.

Juan Ignacio dijo...

De ahí no se siga que remitan a una imagen, pero che!

Alicia dijo...

No vamos a estar de acuerdo, Iotita.