El vaticinio es plaga del futuro, su constructor y devorador; el rumor también, claro, está angurriento por-porvenir. Todo decir, por así decirlo, es una referencia a lo venidero; mientras que aquello a lo que vendremos, tan presto a la poesía como a la geometría de las cronías y topías, no es sino ya, solo; y esto.
Vaticinio, plaga del futuro, devorador y a su modo constructor; y el rumor, esa otra cosa-acosa del porvenir. Lo dicho, por así decirlo, viene; y aquello a lo que vendremos, ensueños y verdad, nos da la geométrica protección de un espacio y tiempo, que no del todo será.
Futuro plagado, ya deshabitado por haberlo figurado; rumor, no de lo dicho, sino de ese sonido arremolinado al oído; viento venido de un sueño, que nos hace algo distintos, ya porvenidos, devorados, una y otra vez, en el transcurso de un tiempo que no del todo fue.
15 de octubre de 2009
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1 comentario:
che, los dibujos se mueven y me da cosa porque acosan y no en el por-venir precisamente.
Me mataste con el párrafo final, me encantó.
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