26 de enero de 2010

Lo cotidiano, los imaginarios y la dignidad; construcciones de nuestra realidad.

Hay días en que me es intolerable ver a la gente trabajar. Y las maltrato un poco; como quien se ensaña con un aparato que no anda muy bien.

Escucho a Edward Bloom, el entrañable personaje de Big Fish:

“Un hombre cuenta sus historias tantas veces que al final él mismo se convierte en esas historias.”




No es menos cierto que igual sucede con el repetir de un trabajo. Sea cual sea; porque si uno trabaja con la imaginación también esta nos captura con sus formas de relato: decimos, nos decimos, y en lo incesante que nos resulta el hilar, nos tejemos un cuerpo, que ya sabemos (de la mano de la biopolítica), no es solo metafórico.

"No he encontrado más respuesta que ésta: no sé cuál es mi forma, lo que soy, pero sufro cuando se me deforma. Así sé al menos lo que no soy. Mi yo no es otra cosa que mi voluntad de ser yo mismo." Witold Gombrowicz.

El psicoanálisis, esa exitosa máquina de desarticular relatos, se yergue como tal por ser, ella misma, un relato apasionante.

"Aristóteles decía que el secreto de la composición de la intriga trágica consistía en atar y desatar. Desis y lysis. Los modernos conservaron esa palabra en el término de psychanalysis. En cuanto al término de psychanalysis se trata de desatar el mal sueño repetitivo en donde se ha encerrado la vida de un hombre en una sucesión de escenas desagradables y forzadas. Todo sufrimiento es un sueño mal escrito. El autor construye un relato de vida imaginaria en contacto con el cual el lector probará su vida y sus relatos posibles. Como en la vida psíquica, un sufrimiento que clama venganza no apela nada más que a un relato. Una confusión dolorosa prefiere, antes que la noche en la que vaga, un asesinato injusto que la organice y que le dé sentido. Igualmente las familias, las aldeas, las ciudades, las sociedades humanas prefieren el sentido a la noche. Pero ese sentido no es más que un sueño inhumano en la noche”. Retórica especulativa, Pascal Quignard.




Y desde el humor:

“(…)Esa cara entre de asombro, intriga y desconfianza de Freud, la clásica foto suya que aparece colgada y multiplicada en miles de consultorios, interrogándose: ¿Por qué mis historiales clínicos se leen como novelas?” Héctor Libertella, Zettel.

La condición humana, sin duda, es producto de una imaginación dignificante; es decir, la ética y la moral son cuajos de una imaginación que ha prevalecido por sobre una realidad determinada (sobre otros imaginarios). Nuevamente, Pascal Quignard:

“Somos usuarios de motivos narrativos que no tienen un fin exacto en la historia ni una fuente precisa en los tiempos que precedieron a la historia, y que no son específicos de nuestra especie. Nuestras narraciones participan de un impulso inhumano. No podemos pretender ser los depositarios de una historia que comenzó a circular con el primer hombre, antes de la fractura del Rift en África Oriental. Siempre se trata de una historia de predación. Es una intriga de deseo o de cacería. Cuando tal predación alcanza su estadío más refinado, se trata de una historia de venganza (deseo de los hombres entre sí) o de guerra (cacería de los hombres entre sí).”

A profundizar luego: sobre el determinismo del genotipo y cómo, a la larga, se ve afectado (por retroalimentación) por el fenotipo (y viceversa).




“(…) En efecto, cuando por fin somos capaces de habitar un mundo virtual -que inventamos con nuestros relatos- podemos perfectamente odiarnos y desear matarnos unos a otros, por la idea que nos hacemos del otro y no por el conocimiento que tengamos de él. Entonces, nos sustraemos a los mecanismos reguladores de la naturaleza y pasamos a someternos completamente al mundo que hemos creado. Y entonces cuando se fabrican y se cometen los genocidios de forma perfectamente lógica y moral.” Boris Cyrulnik, Diálogos sobre la naturaleza humana.

Dos consideraciones de Wainhaus en su Ars Heurística:

1. “Que utilicemos formas virtuales o físicas no cambia el concepto: el heurístico es primera y finalmente un solucionador de problemas en los que la forma es el medio de solución”.

2. “Todo objeto es mediador entre el hombre y el mundo”.





Creo que el relato, parte estructural del imaginario, es una puesta en orden. Otra vez Boris Cyrulnik:

“Paul Valéry decía que dos grandes peligros acechan al hombre: el desorden y el orden (…) Y lo más característico, tanto de la maravilla humana como de la tragedia humana, es que el hombre pertenece acaso a la única especie capaz de transgredir las leyes naturales. De modo que como nuestro cerebro nos permite contextualizar totalmente una información y vivir, por consiguiente, en un mundo exclusivo de representación, nos alejamos de estos mecanismos reguladores del orden y del desorden. (…) durante mucho tiempo se creyó que el tiempo era una noción filosófica y ahora descubrimos que quizá sea un concepto biológico.”

Sin la imaginación, la cual tiene hasta la virtud medular de hacerse una con la realidad, no haría otra cosa que dolerme. Ya lo dijo Schopenhauer: el dolor nos pone en conciencia de un cuerpo. Yo agrego que nos la vemos con ese cuerpo de dolores fisiológicos y, además, con un cuerpo capaz de dolores espirituales. Cosa importante: si los múltiples dolores (ya sea por la autonomía física de la materia o por la desbordante polisemia de los signos) se entregasen a lo establecido (cultural y socialmente), no harían más que condenarse a una extinción indigna. Nadie, en uso de su humanidad, puede permitirse la extinción caótica, insignificante (sin significado), del contexto. Nuestra especie es, después de todo, homo dignitas.




Wiki: "En 46 a. C. Cicerón hizo alusión a la ambigua naturaleza del término dignitas cuando dijo:

"Y eso he hecho, si dignitas se refiere sólo al sentimiento leal hacia el Estado y a ganar la aprobación de los hombres buenos a esos sentimientos de lealtad; pero si en dignitas incluimos el poder de traducir esos sentimientos de lealtad en acción o de defenderlos en completa libertad, entonces ne vestigium quidem ullum est reliquum nobis dignitatis [no nos queda ni rastro de nuestra dignidad]."



4 comentarios:

Mr. Verloc dijo...

Este blog está mejor que nunca. Me voy a leerlo un rato y ya le comento en serio.

Diego dijo...

Gracias. Vengo de su último posteo y lamentablemente tengo que halagarlo también.

Mirta dijo...

Al fin un poco de cultura a la blogósfera. Bienvenida sea.

Diego dijo...

Gracias, Mirta. Bienaventurados los que en ella creen. No es tanto mi caso, pero si es el suyo, haré el esfuerzo por simpatizar.