18 de febrero de 2011

La edad del hombre: tercer acercamiento.

Sabemos que la cronología del cuerpo tiene un límite, pero también sabemos que la hemos corrido considerablemente, lo que demuestra que no sabemos cuánto lo podremos prolongar en lo sucesivo. Leroi, en su libro Mutantes, dedica un capítulo a la vejez. Y recuerdo que en una parte la asocia íntimamente con la reproducción. La hipótesis, confirmada en moscas, se cierra en una paradoja horrible: podríamos vivir más, pero nuestra capacidad de reproducción quedaría abolida. Y vaya a saber cómo mutaría ese vitalismo que llamamos amor, ¿no?: cómo se reconfiguraría la inextricable relación de emociones, sensaciones, percepciones, que tanto tienen que ver con las hormonas y con una parte nada despreciable de nuestra fisiología y psicología.
Todo lo que incide para dar en lo que somos, quedaría sin efecto, o con otro efecto (insospechado, tal vez inhumano). Pero esto no me preocupa ahora.

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