1.
El organismo es el viviente. La desorganización (des-organismo) es lo convaleciente en vías de muerte.
2.
Lo único que resiste a la entropía creciente es la disciplina; la disciplina es fundamentalmente creadora de órdenes (formas-de-organización = vida).
3.
El deporte es una forma de introspección (voluntad de resistencia), entendida como auto-conocimiento, o mejor: serse con el conocimiento.
4.
A raíz de la disciplina deportiva se ordenan alimentación y descanso, dos variables de la construcción orgánica.
5.
Las variables anteriores son pura adecuación al contexto. El cuerpo se mimetiza, se invisibiliza, se rinde al entorno que siempre fue. La salud es la no disociación: una práctica del continuum.
Nota al margen: en el libro “Zen en el arte del tiro con arco” se obtiene una mejor noción de lo dicho. Pero no solo es esta vivencia accesible desde el Zen. Sin ser en absoluto japonesa, la nadadora María Inés Mato estableció una relación Vital con el agua desafiando el concepto mismo de hipotermia y logrando proezas únicas. Los arqueros Zen afirman que su práctica es una cuestión de vida o muerte, nuestra nadadora también: “Si hay algo que presupone la natación de aguas abiertas es un naufragio, real o simbólico”.
11 de julio de 2011
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2 comentarios:
la vida afuera del agua también presupone un naufragio real o simbólico, pero venía a decirte:
yo también te quiero!!!
volviendo a la nota, toy de acuerdo, sobre todo ahora que hago gym dos veces por semana una hora y media y pienso agregar más horas.
Besitos
Vamos por partes:
1. Eso de que "la vida fuera del agua también supone un naufragio real o simbólico", es interesante, pero me rompe las bolas que resignifiquen las cosas.
2. Yo nunca dije "te quiero" así, que el "yo también te quiero" es, cuando menos, improcedente. Pero me gusta.
3. Era hora de que movieras el culo.
Cariños.
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