19 de septiembre de 2011

De cómo se arde.

- No veo razón para creer que la imaginación sea independiente.
- ¿Cómo sería un fragmento de algo?
- Yo vivo completamente por fuera del sentido pero profundamente atraído por él.
- Es como que estamos locos buscando.
- Qué demencia esto de buscar y buscar y buscar.
- A veces quiero que todo sea definitivo, realmente definitivo.
- Culpemos a las sinapsis, no sé, por decir algo.
- Yo me pregunté si se podía no decir, simplemente eso, no decir.
- ¿Otra vez con ese tema?
- La reiteración es el único circuito por donde la vida se va electrificando.
- Entiendo… el movimiento, el volver sobre algo, genera como un raspar y eso la chispa.
- Y eso la chispa, naturalmente.
- Qué cosa haber descubierto el fuego.
- Para mí el fuego es dependiente de, por un lado, la oscuridad, que lo hace más lindo.
- ¿Y por el otro?… dijo “por un lado”, le falta el otro.
- El frío, el frío, por el lado de la temperatura. A mayor frío, mayor cercanía.
- Entre los cuerpos, entre nosotros.
- No, a nosotros, que somos el fuego mismo.
- ¿Somos un fragmento de algo?
- ¿Y cómo sería eso?
- No voy a responder. No es importante volver sabiendo que ya de por sí estoy volviendo.
- ¡Pero mierda, cómo no va a ser importante el destino!
- ¡No, idiota, no!


El verbo arder viene del latín “ardere”. El verbo “ardere” viene de la raíz indoeuropea “as” (seco). Suponemos que estas dos criaturas, de pulsión piromaniaca o de muerte, continuaron su ritual dialógico hasta encenderse y secarse. Un grupo de forenses, constituido por eminencias de altísimo grado de humedad, decidieron ocultar el caso bajo la forma de conclusiones llegando así a un estado de tranquilidad (o nerviosismo moderado) y garantizando la no propagación al resto de la especie.

1 comentario:

Alex dijo...

no decir después de muerto bien muerto, casi te diría en el más oscuro anonimato porque hay gente que se las arregla para decir con los detalles alrededor de su muerte. un funeral vivkingo, por ejemplo, ya que hablamos de chispas