15 de septiembre de 2006

Mientras corro.

Lo de las putas no proliferó. Ya lo anticipé. Creo que con ellas se puede hacer algo mejor que pensarlas. Pensé entonces en mi profesión y en una nota que leí. En ella, un miembro algo prestigioso de la comunidad publicitaria mencionaba algo que me alarmó. Comentó que en este país se trabaja mucho más, de hecho todo el día, cuando no la noche. A esto lo calificó de “Life Style”: un eufemismo de otro eufemismo no menos norteamericano: “Workaholic”. Sí, la adicción al trabajo ahora se viste de glamour. Yo tengo un tío que se chupa hasta el agua de los floreros. Escúchenlo, nos está invitando a compartir su laifstail: “Vengan, muchachos, vengan, vamos a desayunar un güisqui.” Desconozco si este profesional está o no de acuerdo con ese “estilo de vida”. Yo no.

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