11 de mayo de 2007

Sí, también acá.

En la felicidad también se siente desamparo. Es en el preciso instante en el que el objeto de nuestro sentimiento se percibe como inocente de aquello que posee y que en nosotros a despertado el estado de felicidad. Es la irresponsabilidad innata de los entes sobre los otros entes.

Las relaciones son vínculos unilaterales. La bilateralidad es una estructura, y como tal, un forzamiento del cosmos, existencia según siento, carente de un sistema de relaciones lineal, de grado, de jerarquía, de algo, en definitiva, que me impida el llanto o la risa.

8 comentarios:

Alex dijo...

Mmmm...podría ser, en un universo sólo ombligo. Pero yo creo en el flujo constante de pensamientos y sentimientos, emociones e ideas. De vos hacia mí, de mí hacia vos, en el momento exacto en que nos cruzamos sin saberlo, entonces puedo ser el mundo entero recibiendo tu dolor o magnificando tu alegría.
No estamos tan solos.
Mmm...me salió esto, sabrás disculpar si me fui al carajo :)

Diego dijo...

Supongamos que usted es una mujer bella. Supongamos que yo me regocigo en esa belleza y que esa belleza me causa cierta felicidad. ¿Qué responsabilidad tiene usted en ello? ¿No es acaso inocente de tal cosa, no es unilateral la relación belleza-embelezado? ¿No existe allí unos brazos tendidos al vacío?

Sí alex, en la felicidad amorosa hay desamparo. Y este posteo está intimamente relacionado con el anterior. Ahí tiene otra pintura del mismo tema. Otra forma de decir lo mismo. Siempre digo lo mismo.
Juro que me harto. Me empalago.
!Puedo ser tan miserable!

microcosmos dijo...

la soledad no es algo eliminable.
llevable, compartible, feliz... vaya. pero erradicable, no.
y a mí me gusta así -pa terminar de dar mi opinión.*

*(una que podría decirse que nadie me pidió, pero no es así, porque ahí dice clarito decí lo que pensás, y si no dijera eso, igualmente la daría porque la razón de hacerlo se ampara en la confianza que descansa en mi vínculo unilateral con usté).

beso.

Alex dijo...

sigo sin saber si es tan así, supongamos que soy bella para seguir tu ejemplo, soy inocente hasta que me doy cuenta y siempre existe ese momento. A partir de allí no hay unilateralidad, pero que no la haya no significa reciprocidad, es sólo saber, constatar que la belleza o lo que sea te impresiona y te causa felicidad. Me parece que me enredé con las palabras, pero más o menos me entendiste?

Diego dijo...

Lo que digo, alex, es que uno es ajeno a la belleza. La belleza posee a quien la posee. Uno no elige ser o no ser bello. Sí puede elegirse el embellecimiento, la cosmética, pero no la belleza en sí. Por tanto usted puede ser responsable por, supongamos, un atractivo delineamiento de ojos, pero no por el color de su iris. Igualmente esto no es solo físico, hay una belleza metafísica, claro.

Microcosmos, tiene verdad.

Alex dijo...

Yo creo que hay bellezas que se cultivan y no me refiero a las físicas, hoy me siento casi una bella persona, pero te aseguro que en mi prehistoria no era así y más de uno puede dar fe. Tal vez, lo que hay es una inmanencia que nos es ajena, en el sentido de no reconocida y te refieras a eso. Qué se yo, me da bronca no comprender de todo el punto. Lo único que sé es que siento que este vínculo, en realidad estos vínculos, porque incluyo a Micro, no son unilaterales porque nos implican gozosamente y voluntariamente nos sometemos a esta caricia virtualmente concreta de mentes y almas.

Diego dijo...

Sí, alex, hay relaciones bellas. Hay una belleza surgida de la comunión de dos o más personas (más de dos ya es orgía). Esa belleza sí se puede cultivar, tenés razón. Pero la inmanente, como le llamás, no es la que surge de la intersección, si no la que trae cada quién guste o no. Lo que digo es que vos no podés hacerte cargo de lo que en otros causás porque no tenés dominio sobre tal. Sería casi como dijo creo que Husserl, que "la belleza está en el ojo de quien la observa." Lo bello no puede tomar conciencia de sí. Si vos pudieras tener dominio de las impresiones que causás sobre mí o sobre otros... pero eso no te es posible.

Por ejemplo, fijate en la felicidad del enamorado, fijate que siempre necesita una prueba de amor, aunque sea en palabras, para no sentirse completamente desamparado. Hay una belleza que siente el otro tiene y que representa su todo. El otro, por otro lado, jamás entiende porqué se lo quiere tanto. La belleza trasciende y atraviesa al objeto amado.

Alex dijo...

Sí, alex, me encantó como a una nena de tres años.
Ahora te entendí pero para saber si lo comparto del todo lo tengo que pensar. Porque creo que cuando uno se conoce lo suficiente (porque siempre algo queda vedado) pocas cosas de sí mismo nos permanecen ajenas y cuando somos concientes de ellas indefectiblemente somos concientes de lo que provocamos en el otro y a veces uno juega con ese conocimiento. Yo no soy tan bondadosa con la naturaleza de la gente, en líneas generales, como pareciera que surge de tu último comentario. La belleza atraviesa al objeto amado, incluso a uno mismo, pero también somos una metáfora.
Vos sos lindo :)