15 de marzo de 2010

Sensibilidades; no hay otro mundo que el percibido.

Afín a su tristeza, sintió un impulso por la casa. La compró. El martillero omitió un detalle novelesco: allí se había dado muerte una persona: nada de lo que uno debiera preocuparse, a no ser que como el comprador, se tenga mediumnidad:

Perdón.
Tan profunda es esta soledad.
Tan perturbadores los cambios de humor.
Tan lejano todo.

2 comentarios:

Alex dijo...

dame la dirección así NO voy, no te puedo explicar la cantidad de detalles que podría dar.

Diego dijo...

No te la doy nada, ya sos grande.