17 de octubre de 2011

Refutación de la memoria como garantía; de la construcción de la realidad.

Creer en eso de recordar el pasado para no repetir los errores es considerar las opciones del porvenir muy limitadas. Ante una infinidad de opciones, ¡¿cuánta desgracia implicaría repetir lo mismo?! Y si es así, si la realidad es fatal, si el azar es tan trágico, ¿por qué no pensar también que la memoria pueda ser usada como error? ¿Y si la posibilidad de la memoria es la falla?

Convocar el pasado es parte de una neurosis colectiva. Lidiamos con el pasado porque le damos a los hechos el estatuto de realidad máxima. Lo único que existe es lo que creemos poder comprobar que existió. Se subestima la irrealidad de lo no hecho. Se lidia con una construcción de la realidad. Persiste la repetición por falta de imaginación. El imaginativo/a no es neuróticamente retrospectivo.

No hay comentarios.: