4 de noviembre de 2014

Inducciones.

Es domingo, está anocheciendo y quiero invitarte a escuchar la radio. Están pasando Jazz y estoy fumando lentamente un puro.

Estoy viendo que esto puede interesarte pero, también, que no vas a venir. Es probable que sea porque esto solo es esto: la verdad, sí, pero la verdad escrita, nunca dicha, jamás yendo a tus oídos como esta brisa que, también cierta, entra ahora por mi ventana.

Y así, en compañía del dulce humo que se arremolina sobre mi cabeza, flotando como las ganas de besarte, dejo ir un día más. Dejo irte. O nunca venirte. Te dejo a la sombra que crece y oscurece esta pieza, donde un contrabajo suena, mientras un piano lo espera para unírsele y comer de mis oídos.



4 comentarios:

Alex dijo...

no te sabía esta escritura. Me gusta mucho.

Diego dijo...

Pero si es más de lo mismo!

microcosmos dijo...

pienso que es un agrado leerte, como siempre.

Diego dijo...

Gracias, Micro.